ISSN: 1697-090X
Indice del volumen
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VASCULITIS DE CHURG-STRAUSS:
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Estudio Microscópico : cilindro de parénquima renal de 18 mm de longitud con 9 glomérulos, de los cuales 2 presentan ligera expansión mesangial. De los restantes, 3 están completamente esclerosados y 4 presentan proliferación extracapilar con lesiones importantes activas de necrosis celular, reconociéndose la presencia de granulomas glomerulares que rompen la cápsula y destruyen la totalidad del glomérulo, donde solo se reconocen algunos restos de la membrana basal. Los glomérulos están transformados en granulomas centralmente hialinos o necróticos con fibrina y un extenso proceso inflamatorio que rompe la cápsula y se extiende al intersticio. En uno de los glomérulos la proliferación extracapilar es mas segmentar aunque produce colapso parcial del ovillo capilar. Hay depósitos difusos y segmentares de fibrina formando trombos intracapilares. Aparece también nefritis intersticial aguda importante con un infiltrado mixto donde predominan los linfocitos y plasmocitos, teniendo asimismo neutrófilos y eosinófilos. Este infiltrado celular forma agregados densos inflamatorios. Hay lesión tubular importante en las zonas de mayor infiltrado intersticial que atraviesa la pared, con células inflamatorias en la luz tubular totalmente obliterada y necrosis celular con cilindros de material granular eosinófilo en el interior de muchos túbulos, particularmente en los distales. Las arteriolas y arterias interlobares presentan espesamiento concéntrico de la pared, sin depósitos de fibrina reconocibles pero con prominencia de las células endoteliales; Están envueltas íntimamente por el proceso inflamatorio intersticial con disposición periadventicial (periarteritis). Figuras 1-7. |
Estudio de Inmunofluorescencia: incluye 5 glomérulos de los cuales 2 están hialinizados, presentando el resto lesiones de proliferación y esclerosis. Solo se observan depósitos glomerulares mínimos de IgM y C3 en pequeños segmentos que corresponden con sinequias del ovillo capilar a la cápsula en evolución a esclerosis. Hay también depósitos de fibrinogeno (+) que dibujan el endotelio de los capilares glomerulares y de las pequeñas arterias.
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Diagnóstico Histopatológico: GLOMERULONEFRITIS PROLIFERATIVA EXTRACAPILAR, NECROTIZANTE CON SEMILUNAS, "PAUCI-INMUNE", COMPATIBLE CON PROCESO DE VASCULITIS SISTÉMICA.
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Tabla 1. Resultados histopatológicos de la biopsia renal.
Durante el seguimiento posterior continuó con una disminución progresiva de la creatinina y suspendió la oxigenoterapia domiciliaria. Mantuvo los corticoides en dosis decreciente hasta su suspensión en el 7º mes. Debido a la leucopenia secundaria a la CFM a pesar de la reducción de la dosis, fue substituida por azatioprina (1,5mg/kg/día v.o.) en el tercer mes. La paciente tuvo una mejoría clínica significativa y una evolución favorable de los parámetros analíticos (normalización de la VSG, disminución de la Crp y de los p-ANCA, estabilidad de los leucocitos sin eosinofilia y aumento e la hemoglobina sin necesidad de eritropoyetina). Un año después de iniciar el tratamiento inmunosupresor, la paciente se encuentra clínicamente bien, con recuperación importante de la función renal (tablas 2-3) y asintomática a nivel respiratorio.
Mes 1 |
Mes 3 |
Mes 6 |
Mes 12 |
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Creatinina plasma mg/dl |
2.8 |
2.3 |
1.9 |
1.7 |
Urea plasma mg/dl |
127 |
100 |
73 |
68 |
CCr ml/min |
20 |
26 |
30 |
38 |
Proteinuria g/24 h |
1.01 |
- |
0.74 |
0.52 |
Sedimento urinario |
Leucos +
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- |
Leucos + |
Leucos - |
Hemoglobina g/dl |
11.2 |
12.1 |
14.6 |
14.8 |
Leucocitos sangre perif |
4400 |
1900 |
6700 |
6200 |
Eosinófilos sangre perif |
1% |
7% |
1.9% |
2% |
p-ANCA |
82 |
49 |
- |
50 |
DISCUSIÓN
Destaca en ese caso clínico, la forma atípica de presentación con diarrea y fiebre simulando un cuadro de IRA prerrenal que mejoró con la introducción de los corticoides ante lo que parecía ser una NTI alérgica. La evolución favorable del cuadro inicial con los esteroides, reforzaría posteriormente que toda la clínica inicial podría formar parte de una misma entidad: la activación de una vasculitis sistémica con afectación pulmonar (infiltrado intersticial), digestivo (se ha descrito una diarrea eosinofílica asociada a este síndrome, aunque no se realizó biopsia intestinal) y renal. La revisión del historial clínico de la paciente reveló datos fundamentales: sinusitis, eosinofilia crónica desde 6 años antes, patología pulmonar crónica grave con espirometría característica con patrón obstructivo, aumento del volumen residual y disminución de la difusión de CO. Estos síntomas y signos junto con la positividad de los p-ANCA (hasta en dos tercios de los pacientes) sugerían de hecho una vasculitis de Churg-Strauss, diagnóstico que se confirmaría con los resultados de la biopsia. Además de la glomerulonefritis necrotizante extracapilar, la histología mostró la presencia de granulomas (poco frecuentes) y un característico infiltrado intersticial por eosinófilos.
El diagnóstico con 4 de los 6 criterios del ACR (asma, eosinofilia periférica > 10%, mono o polineuropatia, infiltrado pulmonar, alteraciones de los senos paranasales, biopsia con acúmulos de eosinófilos en áreas extravasculares), tiene una sensibilidad y una especificidad del 88.5 y 99.7% respectivamente2. El diagnóstico diferencial de la angitis de Churg-Strauss debe incluir, otras vasculitis, la neumonía eosinofílica, la aspergilosis pulmonar alérgica, reacciones medicamentosas o infecciones, entre otros. Además del Churg-Strauss, son varias las vasculitis de pequeño vaso que asocian la presencia de ANCA con la afectación renal y pulmonar como la granulomatosis de Wegener (con predominio de los ANCA tipo antiproteinasa, "C-ANCA") y la poliangeitis microscópica. Se ha descrito tambien en la enfermedad de Goodpasture la presencia de ANCA asociados a los anticuerpos antimembrana basal. La presentación clínica de estas últimas, suele ser mas agresiva habitualmente con afectación pulmonar hemorrágica. A nivel renal generalmente se presentan como una glomerulonefritis extracapilar necrotizante con insuficiencia renal rapidamente progresiva y su tratamiento de forma general no depende del tipo etiológico sinó de la gravedad clínica (habitulamente con corticoides, inmunosupresores y/o plasmaféresis). La presentación de la vasculitis de Churg-Strauss suele ser mas leve y progresiva y la afectación renal fundamentalmente intersticial aunque están descritos casos de glomerulonefritis. En el caso que presentamos, además de la clínica típica respiratoria y la afectación tubulo-intersticial destaca la agresividad de la vasculitis a nivel glomerular, similar a la mostrada por la vasculitis de Wegener o la poliangeitis microscópica.
El tratamiento fundamentalmente con esteroides (0.5-1 mg/Kg con disminución progresiva en 3-6 meses) ha mejorado drásticamente el curso y el pronóstico de la vasculitis de Churg-Strauss. La remisión clínica alcanza hasta el 90% de los casos tratados, de los cuales un 25% presentan recidivas, generalmente asociadas a una disminución en la dosis de corticoides y acompañada de un aumento de la eosinofilia 9.
Se estima que sin corticoides la mortalidad supera el 50% a los 3 meses del diagnóstico, con supervivencia superior al 70% a los 6 años en los tratados 9,10; La afectación cardiaca, gastrointestinal, neurológica central o renal (Crp > 1.6 mg/dl, proteinuria > 1 gr/día) se asocia a peor pronóstico11. En estos casos está indicado el uso de corticoides a altas dosis (1.5 mg/kg durante largos periodos) y la asociación de inmunosupresores. La ciclofosfamida, la azatioprina y la Inmunoglobulina endovenosa ofrecen buenos resultados en los casos de enfermedad grave, fulminante o resistencia a los esteroides. El uso de CFM está indicado en la fase aguda hasta conseguir la remisión o el control de la enfermedad, siendo habitual la substitución por AZA como tratamiento de mantenimiento, dado que presenta menos efectos secundarios y complicaciones. Se ha descrito beneficio con la combinación de corticoides e Interferón- en los casos de resistencia a la ciclofosfamida12. La plasmaféresis no ha demostrado beneficios superiores 9,13.
Las vasculitis continúan siendo una patología compleja tanto por la variedad en la forma de presentación como por la afectación sistémica. El diagnóstico del síndrome de Churg-Strauss requiere además de la sospecha clínica un diagnóstico definitivo basado en el estudio histo-patológico. El tratamiento agresivo con corticoides y ciclofosfamida incluso en pacientes de edad avanzada con patologia grave, puede ser determinante para alcanzar una mejoría clínica significativa e mejorar el pronóstico.
BIBLIOGRAFIA
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Correspondencia:
Jesús Garrido García.
Unidade de Nefrologia e Diálise. Hospital São Teotónio.
Av. Rei D. Duarte, 3504-509, Viseu, Portugal.
e-mail: garrido_nefro@yahoo.com
Comentario del Dr. Ernesto Hoffmann. Louisiana State University Medical Center New Orleans, Louisiana. USA
La presentación de un caso raro renueva mi interés por un tema tan confuso como son las vasculitis. Creo que el presente caso esta bien documentado y esta dentro del limite para su aceptación como un caso de Vasculitis de Churg-Strauss. La presentación esta bien organizada y con referencias adecuadas.
Estoy seguro que su publicación despertara el interés de los lectores por este tema.
Comentario del Dr. Antonio Félix Conde Martín. Patólogo. Hospital Can Misses. Ibiza. España.
La afectación gastrointestinal clínica y patológica es un hecho frecuente en el contexto del Síndrome de Churg-Strauss. Sin embargo es infrecuente el debut de la enfermedad como cuadro digestivo. Los autores presentan un caso que se diagnostica tras cuadro de diarrea e insuficiencia renal aguda, inicialmente interpretada como pre-renal. La observación de la evolución del caso, la mejoría tras instaurar tratamiento corticoideo y la revisión de los antecedentes clínicos llevan al diagnóstico correcto.
Se realiza una detallada descripción de la evolución clínica en relación al tratamiento y de los hallazgos patológicos de la biopsia renal.