SUMMARY:
Sleep disordered breathing (SDB) is a common condition in children. Sleep Apnea/Hypopnea syndrome (SAHS) in children is a frequent sleep disorder, with a prevalence estimated to be 1 - 3% of all children. The most frequent cause of SAHS in children is the adenotonsillar hypertrophy. SAHS in children can result in severe complications if left untreated such as impaired physical growth, delayed development, poor school performance and in severe cases, hypertension and cor pulmonale, nevertheless, yet it is an under recognized condition. The gold standard diagnostic technique is the nocturnal polysomnography (PSG), guidelines for performing laboratory-based polysomnography in children have been established, the sleep laboratory should be a nonthreatening environment and personnel with pediatric training should record, score and interpret the study. The diagnostic criteria for SAHS in adults is not useful for diagnosis of SAHS in children. Adenotonsillectomy is the most common treatment for children with SAHS.
KEY WORDS: Sleep disordered breathing (SDB), Sleep Apnea/Hypopnea Syndrome in children (SAHS), children, Sleep studies
RESUMEN:
Los trastornos respiratorios del sueño en los niños, en particular el Síndrome de Apneas/Hipopneas durante el sueño (SAHS), es una patología frecuente, que afecta entre el 1 - 3% de la población infantil, siendo su causa más frecuente la hipertrofia adenoamigdalar. Es una enfermedad infradiagnosticada y que conlleva importantes complicaciones como son alteraciones del crecimiento, alteraciones cognitivas e incluso en casos severos Cor Pulmonale. La polisomnografía nocturna (PSG), es la técnica diagnóstica de elección para el diagnóstico del SAHS en los niños, pero en la población infantil es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones, como son la edad de la población que se estudia, entorno adecuado y la necesidad de técnicos entrenados en el cuidado de los niños. Los criterios diagnósticos del SAHS para adultos no son útiles en los niños. El tratamiento de elección en los niños con SAHS es la adenoamigdalectomia.
Palabras clave: Trastornos respiratorios de sueño. Síndrome de apnea del sueño. Niños. Estudios de sueño.
INTRODUCCIÓN
La primera descripción médica del Síndrome de Apneas / Hipopneas durante el sueño (SAHS) se atribuye a William Osler en 18921, pero no fue hasta un siglo más tarde en 1972, cuando Guilleminault publicó la primera serie de niños con SAHS2.
En general se habla de Trastornos Respiratorios del Sueño, para abarcar un amplio abanico de patologías que van desde el ronquido, Síndrome de Resistencia Aumentada de la vía aérea superior, Síndrome de hipoventilación y Síndrome de Apneas / Hipopneas durante el sueño, todas ellas caracterizadas por la presencia de alteraciones de la respiración durante el sueño.
Se define el síndrome de Apneas /Hipopneas durante el sueño (SAHS) en los niños, como un trastorno de la respiración durante el sueño caracterizado por una obstrucción parcial prolongada de la vía aérea superior y/o una obstrucción completa intermitente (apnea obstructiva) que altera la ventilación normal durante el sueño y los patrones de sueño normales. Se asocia con síntomas que incluyen ronquido habitual nocturno, dificultades con el sueño y/o problemas de comportamiento. Las complicaciones pueden incluir alteraciones del crecimiento, alteraciones neurocognitivas y Cor Pulmonale, especialmente en los casos severos3-8.
DEFINICIONES:
Los criterios para valoración de trastornos respiratorios del sueño utilizados en los adultos no son validos en los niños5, 6. Recientemente han sido publicadas las definiciones de los diferentes eventos respiratorios en los niños9:
- 1.- Apnea:
- 1.a.-Apnea Obstructiva: Ausencia de flujo oro-nasal de cualquier duración con persistencia de esfuerzo respiratorio
- 1.b.- Apnea Central: Ausencia de flujo oro-nasal de al menos 20 segundos de duración que se acompaña de ausencia de esfuerzo respiratorio o menores de 20 segundos si se acompañan de arousal, desaturación o bradicardia.
- 1.c.- Apnea Mixta: Ausencia de flujo oro-nasal con un componente central y un componente obstructivo.
- 2.- La Hipopnea en el niño, se define como una reducción del 50% o más de la amplitud de la señal de flujo oro-nasal, medido con termístor, durante al menos el tiempo equivalente a dos ciclos respiratorios, con persistencia del esfuerzo respiratorio, acompañado de desaturación mayor o igual del 3% y/o arousal. Si utilizamos la cánula de presión nasal, la hipopnea se define como cambio discernible en la onda de flujo de al menos el tiempo equivalente a dos ciclos respiratorios, con persistencia de esfuerzo respiratorio, acompañado de desaturación mayor o igual del 3% y/o arousal.
- 3.- RERA (Esfuerzo Respiratorio Relacionado con Arousal): Evidencia de aumento del esfuerzo respiratorio o limitación al flujo aéreo que finaliza con un arousal, seguido de la normalización del esfuerzo respiratorio y del flujo aéreo.
- 4.- Limitación al flujo: Aplanamiento de la rama inspiratoria de la onda de flujo de la cánula nasal
- 5.- Hipoventilación:
- 5.1.- Hipoventilación obstructiva: Valores de dióxido de carbono espirado (PETCO2)> 50 mmHg durante> 10% del tiempo total de sueño (TST), o valores pico de PETCO2> 53 mmHG, acompañándose de respiración paradójica o eventos obstructivos.
- 5.2.- Hipoventilación Central: presencia de cifras de PETCO2 > 50 mmHG durante > 10% del TST o PETCO2 pico > 53 mmHG, acompañándose de un descenso del esfuerzo respiratorio
- 6.- Respiración periódica: Sucesión de tres o más apneas centrales de al menos tres segundos de duración separadas por menos de 20 segundos de respiración normal
PREVALENCIA
El ronquido es el síntoma más común de los niños con SAHS, estimándose la prevalencia del ronquido entre un 10 - 12% 3,10-15. Es necesario diferenciar el denominado Ronquido simple no asociado a la presencia de apneas, ni alteraciones del intercambio gaseoso ni aumento de despertares nocturnos, del ronquido patológico asociado a la presencia de apneas.
La prevalencia del Síndrome de Apneas / Hipopneas durante el sueño en los niños de 4 - 5 años se estima entre 0,7% y 3% con un pico de incidencia máxima entre los 2 y 5 años10-15.
PATOGÉNESIS:
El niño presenta una serie de
características anatómicas, fisiológicas y madurativas de la vía aérea superior (VAS) diferente del adulto. La edad pediátrica actualmente abarca desde neonatos hasta la adolescencia, aconteciendo durante ella el desarrollo, tanto físico como neurocognitivo y por tanto, está sujeto a un amplio número de factores patógenos que pueden modificar o alterar este proceso madurativo y de desarrollo normal.
En la patogenia del SAHS infantil influyen factores anatómicos y funcionales, de forma que el SAHS pediátrico es el resultado de la combinación de estos factores y no únicamente de un único factor.
Factores anatómicos:
- 1.- Alteraciones nasales, con disminución del calibre de paso de aire: estenosis o atresia de coanas, desviación de tabique septal, poliposis nasales
- 2.- Alteraciones en nasofaringe:
Hipertrofia adenoamigdalar, macroglosias, higroma hístico, cirugía del paladar hendido. Especial mención merece la hipertrofia adenoamigdalar, puesto que en la edad infantil supone la causa más frecuente de SAHS16, aproximadamente las tres cuartas partes de las series publicadas. Aunque no todos los niños con hipertrofia adenoamigdalar padecen SAHS, la presencia de hipertrofia adenoamigdalar aumenta la incidencia del
SAHS en estas edades de la vida.
Los procesos infecciosos de vías altas repetidos, pueden agravar SAHS leves o desencadenar su desarrollo en la infancia al producir hipertrofia del tejido linfoide faringoamigdalar.
- 3.- Alteraciones craneofaciales:
Micrognatia maxilar superior, micrognatia mandibular y/o retrognatia, hipoplasia mandibular, hipoplasia mediofacial. Estas alteraciones esqueléticas suelen ir
asociadas a síndromes malformativos como Síndrome de Pierre - Robin,
Síndrome de Teacher - Collins, Síndrome de Down, Síndrome de Crouzon, Síndrome de Apert, entre otros, que hacen que en estas patologías aumente la incidencia de SAHS.
Factores funcionales:
- 1.- Hipotonía faríngea relacionada con el sueño REM
- 2.- Control neurológico anómalo: hipotonía generalizada,
alteraciones del SNC, alteraciones de tronco-encéfalo
En resumen la patogenia del SAHS infantil es una conjunción de factores anatómicos y funcionales que llevan a un desequilibrio de la VAS traducido en colapso de la VAS y por tanto alteración de la respiración y de la ventilación normal durante el sueño17.
CLINICA:
Las manifestaciones clínicas del SAHS infantil difieren del adulto18-20 (Tabla 1)
Las manifestaciones o signos clínicos del SAHS en la infancia son fundamentalmente nocturnos21: ronquido, pausas de apnea observadas por los padres, respiración ruidosa, sudoración nocturna, aumento del trabajo respiratorio nocturno, posturas anómalas para dormir con la cabeza hiperextendida, respiración bucal nocturna, enuresis nocturna. De todos ellos, el signo clínico más frecuente en los niños es el ronquido, siendo éste el motivo inicial de consulta en la mayoría de los casos.
Durante el día nos podemos encontrar con niños sin ninguna
manifestación ni signo clínico, pero también pueden presentar,
somnolencia diurna, cansancio, trastornos del comportamiento,
hiperactividad, agresividad, alteraciones del crecimiento y retraso escolar.
La somnolencia diurna, síntoma más frecuente en el adulto, no es frecuente en los niños, clásicamente se ha considerado que fundamentalmente debido a que su estructura de sueño está más conservada que en el adulto18, sin embargo, este es un tema actualmente en debate, ya que diferentes estudios realizados consideran que la estructura de sueño no está conservada en los niños con trastornos respiratorios del sueño22,23.
MORBILIDAD ASOCIADA AL SAHS EN LOS NIÑOS
- Las alteraciones del crecimiento, que podemos observar como manifestación clínica o como consecuencia de la presencia de un SAHS no tratado, parece que tiene un origen multifactorial:
- Déficit de ingesta calórica, aumento del gasto energético
secundario a un aumento del esfuerzo respiratorio nocturno,
alteraciones en la liberación de la hormona de crecimiento que tiene lugar durante las fases profundas de sueño24. Algo muy importante, es que los niños tratados de SAHS presentan un aumento del crecimiento pondero-estatural después del tratamiento.
- Aumento de la tensión arterial: en los niños con índice de Apnea/Hipopnea (IAH) por hora de sueño superior a 10, se ha observado un aumento de las presiones sistólicas y diastólicas tanto en vigilia como en sueño REM25-28
- Alteración de la geometría y la estructura del ventrículo
izquierdo, que mejora en los niños con SAHS adecuadamente tratados29
- Alteraciones cognitivo-conductuales: La Odds ratio para
alteraciones neuroconductales en niños roncadores es de 2.936. En los niños con problemas respiratorios durante el
sueño se multiplica por tres la frecuencia de alteraciones de conducta y problemas de atención. Las alteraciones del intercambio gaseoso nocturno pueden afectar al rendimiento escolar, de forma que los niños con bajo rendimiento académico tienen más probabilidades de haber roncado durante la niñez temprana.
- Se ha sugerido la existencia de comorbilidad entre el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (SDAH) y problemas
respiratorios durante el sueño, de forma que la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños con presencia de hiperactividad y que no reúnan los criterios diagnósticos de SDAH deben recibir una exhaustiva evaluación de posible existencia de trastornos
respiratorios del sueño
- Enuresis nocturna, los niños con SAHS tienen aumentada la
producción de orina y la excreción salina, de manera que tienden a tener más micciones nocturnas20.
DIAGNOSTICO DEL SAHS INFANTIL
La alta prevalencia del SAHS, así como también su importante comorbilidad, ha inducido a la Academia Americana de Pediatría a recomendar que a todos los niños en los controles de salud habituales, se les realice una historia clínica de sueño, y si presentan ronquido y además tienen signos o síntomas sugestivos de SAHS, se deben realizar pruebas adicionales7,8.
Los criterios diagnósticos utilizados en el adulto no pueden
utilizarse en los niños. Las técnicas diagnósticas utilizadas en los niños son:
- 1.- Historia clínica completa, haciendo especial hincapié en la presencia de síntomas y/o signos relacionados con el sueño.
- 2.- Exploración física completa con especial atención a la anatomía craneofacial y de las vías aéreas altas:
- 2.1.- Inspección del aspecto externo: La hipertrofia
adenoamigdalar puede influir en el desarrollo de la hemicara inferior y mandibular al provocar respiración oral30,31, apareciendo la denominada facies adenoidea caracterizada por ojos hundidos, acumulo de secreciones en torno a las fosas nasales, boca abierta en reposo.
- 2.2.- Inspección del perfil: Para valorar las discrepancias maxilomandibulares, evidenciándose los casos de maloclusión dentoesquelética32.
- 2.3.- Exploración de cavidad oral y orofaringe, mediante inspección, valorando la hipertrofia amigdalar, graduándose de 0 a IV, en función del grado de obstrucción del espacio inter-amigdalino de 0% a 100%33.
- 2.4.- Radiografía lateral de cavum para partes blandas: Puede
mostrarnos el tamaño de hipertrofia adenoidea30.
- 2.5.- Nasofibroscopia con endoscopio flexible, nos permite valorar: La permeabilidad de las fosas nasales, hipertrofia
adenoidea, la existencia de atresia de coanas, las alteraciones laríngeas como la presencia de laringomalacia32.
- 3.- Estudio de sueño nocturno: A este nivel existen diferentes técnicas diagnósticas, siendo la técnica de elección la
polisomnografía nocturna (PSG)4,5 realizada en el laboratorio de sueño.
La PSG nocturna consiste en el registro continuo y supervisado del estado de vigilia y de sueño espontáneo, mediante el registro de:
- a.-Variables neurofisiológicas: Electroencefalograma,
electrooculograma, electromiograma tibial y submentoniano. Permite la
valoración de los estadios de sueño y arquitectura de sueño.
- b.-Variables cardiorrespiratorias con registro de:
- b.1.- Flujo oro-nasal: La medida de referencia de flujo aéreo es
el neumotacógrafo que permite una medida cuantitativa del mismo, sin
embargo, en la práctica clínica habitual lo más utilizado y aceptado
como medida válida de flujo oro-nasal son los termosensores y más
recientemente la utilización de cánulas nasales.
- b.2.- Esfuerzo respiratorio: Para clasificación de los eventos
respiratorios en centrales, obstructivos o mixtos. La medida de
presión esofágica mediante catéter esofágico constituye la técnica
de referencia para medida de esfuerzo respiratorio, sin embargo, es
una técnica agresiva y no bien tolerada, pudiéndose utilizar bandas
piezoeléctricas torácicas y abdominales o pletismografía de
impedancia.
- b.3.-Valoración del intercambio gaseoso:
- Saturación de oxigeno por pulxiosimetría,
- Medida del CO2 espirado o trascutáneo
- b.4.- Frecuencia cardiaca
- b.5.- Ronquido
- b.6.- Posición corporal
Como ya hemos dicho, los criterios diagnósticos del adulto no pueden
ser aplicados en los niños34. Hoy en día sabemos que un
Índice de Apneas de 1 es estadísticamente significativo35,
pero no sabemos cual es el nivel clínicamente significativo.
Posteriormente otros estudios han analizado los valores
polisomnográficos normales en niños y adolescentes, aportándonos datos
acerca de estructura de sueño, arousals y apneas centrales, cuyo
significado en niños ha permanecido incierto durante mucho
tiempo36,37, además en un artículo recientemente publicado se
encuentran diferencias polisomnográficas en función de la edad de los
niños, estableciéndose dos grupos de edad: menores de 6 años y niños de
6 o más años38.
A pesar de todo, la técnica de referencia para el diagnóstico del
SAHS en los niños sigue siendo la PSG nocturna. Los criterios clásicos
para el diagnóstico de SAHS son: Presencia de Índice de Apnea
Obstructiva (IA) > 1/hora de sueño, IAH > 5/hora de sueño, Peak
end Tidal CO2 > 53 mmHG, End Tidal CO2 > 50 mmHg
durante > 10% del tiempo total de sueño, SatO2 mínima <
92%39. Más recientemente, se ha propuesto una clasificación
de los trastornos respiratorios del sueño en los niños, en la cual, no
sólo se tienen en cuenta el número de apneas, sino también la saturación
de oxigeno, valores de CO2 y número de arousals, clasificándose el SAHS
en leve, moderado o grave9.
En base a los conocimientos actuales, "el Grupo de Consenso Español
de Síndrome de Apneas/Hipopneas durante el sueño" en el consenso
recientemente publicado, acepta un índice de apneas obstructivas entre 1
y 3 como línea de corte de normalidad40.
En el año 2002 La American Academy of Pediatrics publica una
Normativa para diagnóstico y manejo del Síndrome de Apneas Obstructivas
del Sueño en niños7,8, realizando una revisión de la
literatura de las publicaciones realizadas en niños entre 2 y 18 años
desde 1966 al 2000 y concluyen que:
La evaluación clínica41, incluyendo los cuestionarios
tiene baja sensibilidad y baja especificidad para el diagnóstico de SAHS
en niños. En cuanto a la utilización de videos domésticos42,
concluyen que ha sido inadecuadamente investigado.
La PSG de siesta diurna43 es útil si el resultado es
positivo para SAHS, pero un resultado negativo no excluye SAHS y
requiere la realización de una PSG nocturna completa. Algo similar
ocurre con la Pulsioximetría, en la que incluso un resultado positivo
debe ser interpretado con cautela y previa exclusión de enfermedades
respiratorias que puedan ocasionar desaturaciones y por tanto dar lugar
a falsos positivos. En el estudio realizado por Nixon et
al44, se concluye que la Pulsioximetría nocturna puede ser
usada para estimar la severidad del SAHS, para reducir el tiempo de
diagnóstico y tratamiento en los casos más severos y por tanto, ayudar
en la priorización de la adenoamigdalectomia. Este estudio fue realizado
en tres fases, las dos primeras de forma retrospectiva supervisando las
pulsioximetrias realizadas en niños que iban a ser sometidos a
tratamiento quirúrgico, de los 230 niños estudiados, 179 (78%) tenían
Pulsioximetría normal o no concluyente, los que tuvieron Pulsioximetría
positiva para SAHS (22%) no requirieron estudios adicionales y las
complicaciones postoperatorias fueron más comunes en los que presentaban
mayor alteración en las pulsioximetrias.
La PSG domiciliaria, en el estudio TuCASA45, estudio de
cohorte prospectiva, diseñada para valoración de la prevalencia de
trastornos respiratorios del sueño, realizan PSG domiciliaria y
concluyen que la PSG multicanal puede ser realizada con éxito en niños
de 5 - 12 años de forma no vigilada, pero tan sólo realizan PSG
domiciliaria y PSG en laboratorio en 5 de los 157 niños estudiados.
En cuanto a la Poligrafía Respiratoria (PR), aceptada como
alternativa para el diagnóstico de SAHS en el adulto, en el niño no ha
sido adecuadamente validada, aunque la ATS (American Thoracic Society)
reconoce que sería una técnica prometedora requiriéndose investigación
al respecto. Y otros autores sugieren que el empleo de criterios
clínicos junto con una exploración minuciosa de la vía aérea superior,
un video domestico y una PR con un equipo validado es una buena
alternativa para el diagnóstico de certeza de niños con sospecha clínica
de SAHS19
Hay pocos estudios realizados con PR en niños, y todos ellos han sido
realizados en población de alto riesgo de SAHS, con escaso número de
pacientes y sin comparar simultáneamente con la PSG46-48,
obteniéndose resultados discordantes.
TRATAMIENTO
El tratamiento de elección del Síndrome de
Apneas/hipopneas durante el sueño en los niños es quirúrgico
(adenoamigdalectomia)19,20,21,49:
1.- Tratamiento quirúrgico: La eficacia de la
Adenoamigdalectomia, es casi de tres cuartas partes de los casos de
SAHS infantil. Consigue la normalización del cuadro respiratorio
nocturno, de la sintomatología diurna y la reversión en muchos casos
de las complicaciones cardiovasculares, alteraciones neuro-cognitivas
y del retraso en el crecimiento.
El riesgo posquirúrgico pediátrico oscila entre el 0% y el 1,3%,
sin embargo en los niños con SAHS, se han encontrado tasas de entre el
16-27%50. Se ha reportado mayor incidencia de
complicaciones de la vía respiratoria en estos pacientes, en este
sentido se recomienda monitorización en el postoperatorio de los casos
de más riesgo51: edad menor de 3 años, anomalías
craneofaciales, retraso de crecimiento, hipotonía, cor
pulmonale o graves alteraciones en el estudio polisomnográfico
previo a la intervención quirúrgica
Otros tratamientos
quirúrgicos:
Traqueotomía, cirugía plástica maxilar/
mandibular, tratamiento de atresia o estenosis de coanas, revisión del
paladar hendido, uvulopalatofaringoplastia, corrección del tabique
desviado, polipectomía nasal.
Los niños con SAHS son mayores consumidores de servicios de
salud52 y se ha demostrado que el tratamiento del SAHS
ocasionado por hipertrofia adenoamigdalar reduce el gasto sanitario en
los niños intervenidos en 1/3. La intervención se asocia a una
reducción del 60% de ingresos hospitalarios, el 47% en el número de
consultas, reducción en un 39% del número de visitas a servicios de
urgencia y una disminución del 27% de gasto
farmacológico53.
2.- CPAP nasal:
La CPAP (Presión Positiva Continua
sobre la vía aérea), constituye la segunda línea de tratamiento del
SAHS en la infancia54-58, ya que la mayoría de los niños
con SAHS se curan con la adenoamigdalectomia, quedando un pequeño
numero de pacientes que requerirán tratamientos adicionales.
Generalmente suelen ser niños con obesidad, alteraciones
craneofaciales o enfermedades neuromusculares añadidas a la
hipertrofia adenoamigdalar o sin hipertrofia adenoamigdalar
Indicaciones de CPAP:
- SAHS persistente después de intervención quirúrgica
- SAHS asociado a otras patologías
- En el periodo prequirúrgico para estabilizar la vía aérea en
niños con aumento de riesgo quirúrgico.
En los casos de tratamiento con CPAP, es necesario controles
periódicos puesto que son niños en crecimiento y desarrollo, siendo
necesario vigilancia para evitar el desarrollo de hipoplásias faciales
secundarias a uso prolongado, así como vigilancia de los puntos de
apoyo. Es necesario, revisión y cambio de mascarillas según velocidad
de crecimiento, aproximadamente cada 6 meses.
3.- Oxigenoterapia: Los estudios que han evaluado el efecto del tratamiento con oxigeno en niños con SAHS59,60
demuestran mejoría de la saturación de oxigeno pero no se observa modificación ni en el número ni en la duración de las apneas obstructivas, en cambio, en algunos individuos se observaba aumento de los niveles de CO2 con el suplemento de oxigeno, por ello no se debe administrar oxigeno a los niños con SAHS sin una medida previa del cambio de CO2 en respuesta a la administración de oxigeno.
4.- Tratamiento conservador:
Perdida de peso y terapia posicional, es poco efectivo y sólo estaría indicado en niños mayores con un problema mínimo. Incluso en niños obesos con hipertrofia adenoamigdalar la primera opción de tratamiento es la adenoamigdalectomia
5.- Tratamiento farmacológico:
En general el
tratamiento farmacológico no es útil en el tratamiento del SAHS.
Últimamente se ha evaluado el papel de los corticoides tópicos en
niños con SAHS leve-Moderado, un estudio evalúa el efecto de 50 mcg de
budesonida tópica dos veces al día durante 4 semanas observándose una
mejoría clínica que se mantenía hasta 9 meses61. Otro
estudio, recientemente publicado evalúa el efecto de los leukotrienos
en el tratamiento de niños con trastornos respiratorios del sueño leve
encontrando una reducción del tamaño adenoideo y del RDI en los niños
tratados con leukotrienos62. Por tanto, estas dos terapias
pueden jugar algún papel en el tratamiento de SAHS leves y se
requieren más estudios al respecto
6.- Tratamiento profiláctico:
Aunque los
tratamientos ortopédicos no obtienen resultados inmediatos, es
necesario considerar el papel profiláctico que pueda derivarse de un
tratamiento ortodóncico - ortopédico que corrija o mitigue las
anomalías maxilomandibulares en edades tempranas, conduciendo a un
desarrollo adecuado del esqueleto facial.
Podemos concluir esta revisión diciendo que los Trastornos
respiratorios del sueño en edad infantil, en particular el Síndrome de
Apneas/Hipopneas durante el sueño, es una enfermedad frecuente, con
presencia de comorbilidad demostrada, que conlleva alteraciones del
crecimiento y alteraciones cognitivas en una época de la vida en la que
es fundamental el desarrollo físico e intelectual y con un tratamiento
efectivo demostrado; Por lo tanto, constituye un problema de salud y
todo el personal sanitario estamos obligados a una labor de promoción y
prevención de la salud, siendo necesario el diagnóstico y tratamiento
adecuado de los niños con SAHS.
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Comentario del revisor Dra. Marta Sofía López Rodríguez. Especialista en Anestesiología y Reanimación. Profesora Asistente del ISCMH. Facultad Finlay-Albarrán. Clínica Central Cira García Reyes. Habana. Cuba.
Esta revisión aborda ampliamente los desórdenes respiratorios durante el sueño en los niños, subrayando la morbilidad seria que producen; menos común ahora, debido al diagnóstico y el tratamiento más temprano. Muchos informes han sugerido que los niños con desórdenes respiratorios durante el sueño presentan alteraciones del crecimiento, déficit neurocognitivo, como retraso escolar, problemas de conducta e hiperactividad con déficit de atención. Como en los adultos, el patrón oro para diagnosticar es la polisomnografia; la historia clínica, el examen físico craneo-facial y de la vías aéreas altas han mostrado tener una sensibilidad y especificidad baja para el diagnóstico. Otras pruebas de selección, como la pulsoximetría y la poligrafía respiratoria tienen utilidad limitada como indicativos de desorden de sueño en niños. Así, ellos pueden ser útiles inicialmente si polisomnografia no está fácilmente disponible, pero esta última es el instrumento primario para evaluar los desórdenes respiratorios del sueño. Sin embargo, esto no es una herramienta perfecta.
Estudios recientes han documentado un método que consiste en la detección de disminuciones de la señal de fotoplestimográfica del pulso (PPG) basado en la respuesta vasoconstrictora mediada por el sistema nervioso simpático secundario a la hipoxia. La apnea aumenta la actividad simpática., esta se refleja en la disminución de amplitud de las oscilaciones; estas fluctuaciones son detectadas automáticamente y puede servir para cuantificar indirectamente las apneas del sueño, pero es necesario un estudio con mayor profundidad analizando la relación entre cada evento de disminución de la amplitud y la señal de las oscilaciones de la PPG.
Esta revisión resulta muy valiosa pues se señala la necesidad de una labor de promoción y prevención por los profesionales de la salud para asegurar un adecuado diagnóstico y tratamiento precoz de los niños con trastornos respiratorios durante el sueño.
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Comentario del revisor Dra. Patricia Muñoz Casas del Valle. Jefa del Departamento de Docencia, Investigación y Extensión Académica del Hospital Militar de Santiago. Santiago. Chile
El trabajo Sindrome de Apneas/Hipopneas durante el Sueño en Edad Pediátrica es una excelente revisión del tema. Aclara conceptos con definiciones precisas, revisa la patogénesis, la clínica, la morbilidad asociada a este sindrome, los métodos diagnósticos utilizados, con comentarios prácticos basados tanto en la experiencia de los autores como en una muy completa y actualizada bibliografía incluidos los consensos en el tema.
Revisa los tratamientos empleados y enfatiza en su principal causa que es la hipertrofia adenoamigdalar.
Este artículo valora esta patología como un problema frecuente en la práctica pediátrica diaria y motiva al médico general y al pediatra en particular a preocuparse del problema y derivar para estudio en forma completa y, para un tratamiento oportuno.
Artículo de revisión interesante e importante en la formación de un pediatra general.
Comentario de los revisores Dr. Claudio Rabec, Service de Pneumologie et Réanimation Respiratoire. Centre Hospitalier et Universitaire de Dijon. Dijon, France
y Dra. Vivian Leske, Laboratorio de Sueño y Respiración. Servicio de Neurofisiología. Hospital Nacional de Pediatria "JP Garrahan". Buenos Aires, Argentina.
El sindrome de apnea obstructiva del sueño (SAHOS) es una condición frecuente en los niños y su prevalencia se halla en aumento como consecuencia del incremento de la obesidad en la población pediatrica (1). Los signos que en general alertan a los padres sobre su presencia son el ronquido, la respiración bucal o más claramente la presencia de apneas. Sin embargo un porcentaje relativamente importante de estos niños tienen apenas sintomas leves. Por otro lado, ciertos síntomas cardinales de la forma adulta del sindrome (en particular la somnolencia diurna excesiva) estan en general ausente en los niños.
El SAHOS en niños reconoce fundamentalmente tres causas: dos de ellas son de origen anatómico (hipertrofia adenotonsilar y malformaciones craneofaciales) y la tercera funcional (enfermedades neuromusculares). Sin embargo, se especula que estas solas anomalías no serían suficientes, aisladamente, para explicar el desarrollo de apneas durante el sueño. La hipótesis de una alteración en las respuestas neuromotoras compensatorias de la via aérea superior, en conjuncion con dichas anomalias parece hoy la mas apropiada (2,3)
En el presente artículo, Alonso Álvarez y cols. realizan una revisión completa y exhaustiva del SAHOS en edad pediátrica. La misma es de interés para el lector informado, habituado a leer la profusa literatura aparecida en los ultimos 20 años y que concierne esta condición en el adulto.
Como claramente exponen los autores, los numerosos trabajos científicos publicados a la fecha han demostrado (y la experiencia clínica lo ha confirmado) que tanto los mecanismos fisiopatológicos involucrados, como los límites para definir normalidad en la polisomnografía, y en especial la terapéutica de primera línea, difieren completamente entre niño y adulto.
Sin embargo Redline y col (4) han logrado establecer al menos un lazo entre el SAHOS del niño y el del adulto. En un interesante estudio epidemiológico, dichos autores han demostrado que parece existir una predisposición familiar en los niños que desarrollarán el sindrome. En dicho estudio, los autores demuestran que el riesgo para que un niño entre 2 y 18 años desarrolle SAHOS aumenta cuatro veces si tiene un familiar adulto con diagnóstico confirmado de apnea del sueño. En éste estudio el corte utilizado para definir el sindrome en los niños fue un índice de apnea-hiponea obstructiva por hora ³ 10, siendo estos resultados válidos para los hoy considerados como niños con SAHOS grave. Éste estudio resalta la importancia de evaluar a todo niño que presente un familiar adulto con diagnóstico de SAHOS.
En suma, esta revisión reafirma la necesidad de un alto nivel de alerta en la consulta pediátrica a fin de permitir un diagnostico precoz y el tratamiento adecuado de esta patologia. Dicha actitud evitara el desarrollo de potenciales complicaciones y apuntará a mejorar la calidad de vida de estos niños.
Referencias
1) Chan J, Edman JC, Koltai PJ. Obstructive sleep apnea in children. Am Fam Physician. 2004 Mar 1;69:1147-54.
2) Marcus CL. Pathophysiology of childhood obstructive sleep apnea: current concepts. Respir Physiol. 2000 Feb;119:143-54.
3) Isono S, Shimada A, Utsugi M et al. Comparison of static mechanical properties of the passive pharynx between normal children and children with sleep-disordered breathing. Am J Respir Crit Care Med. 1998; 157:1204-12
4) Redline S, Tishler PV, Schluchter M, et al. Risk factors for sleep-disordered breathing in children. Associations with obesity, race, and respiratory problems. Am J Respir Crit Care Med. 1999;159:1527-32.
Recibido: 12 de febrero de 2006. Recibido revisado 18 de abril de 2006.
Publicado, 26 de agosto de 2006.