ABSTRACT:
Abstract. This  report describes of performing minimally  invasive open thyroidectomy and compares  with conventional. Minimally invasive open thyroidectomy was performed by a small skin incision, 3.0 -4.5 cm long, and approaching the thyroid directly via transverse not division of the strap muscles. The outcomes of 233 patients who underwent a minimally invasive open thyroidectomy were prospective compared with 218 patients who underwent conventional thyroidectomy for various types of  thyroid nodules. The length of the skin incision, at 3,9 ± 0,9 vs 9,9 ± 3,5 cm,  operative time, at 54,3 ± 10,3 vs 89,8 ± 33,5  min, blood loss, 17,3 ± 12,6  vs 58,1 ± 25,3 ml, and 1,3 ± 0,5 vs 4,7 ± 2,9 days, were significantly reduced in the  minimally invasive open thyroidectomy group (P < 0.05). Moreover, the number of patients who required postoperative analgesia was significantly less in the minimally invasive open thyroidectomy. These results  show  that minimally invasive open thyroidectomy provides surgeons with a clear operative field, and that it has proven to be simple, safe.
Keywords:Thyroidectomy. Minimally invasive surgery. Conventional thyroidectomy.
RESUMEN
Este estudio  describe los resultados de la tiroidectomía abierta mínimamente Invasiva  y los  compara con los obtenidos en tiroidectomía convencional. La tiroidectomía abierta mínimamente invasiva  fue realizada a través de una incisión cervical  transversal  de 3.0 - 4.5 cm, sin división del plano muscular  pretiroideo. 233 pacientes que fueron sometidos a tiroidectomía abierta mínima se comparan prospectivamente  con 218 propuestos  para cirugía convencional  en varios tipos de nódulos tiroideos. La longitud de la incisión 3,9 ± 0,9 vs 9,9 ± 3,5 cm, el tiempo operatorio, 54,3 ± 10,3 vs 89,8 ± 33,5 minutos, la perdida de sangre 17,3 ± 12,6  vs 58,1 ± 25,3 cc y la hospitalización  1,3 ± 0,5 vs 4,7 ± 2,9 días  fueron más reducidas  en la cirugía mínimamente invasiva. La  dosis  de analgésicos  fue significativamente menor  en los procedimientos minivasivos en comparación con la cirugía tradicional. Estos resultados demuestran la seguridad y eficacia de  la tiroidectomía mínimamente invasiva, con mínimo porcentaje de complicaciones mejores resultados cosméticos satisfacción y calidad de vida.
Palabras clave: Tiroidectomía. Cirugía Mínimamente Invasiva. Cirugía convencional	
INTRODUCCIÓN
Los  avances  en el campo de la inmagenología incluyendo: la  ultrasonografía (USG),  tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética  nuclear (RMN), la realización rutinaria de la biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF), en la evaluación preoperatorio  de la patología nodular de  la glándula tiroides, ha permitido determinar en forma más o menos exacta  en un elevado número de casos el tipo de tiroidectomía  que ha de realizarse 1-3. Así mismo, el análisis  de los factores pronósticos en el manejo de los pacientes con cáncer tiroideo ha hecho posible determinar con bastante exactitud  cuando un paciente es de bajo o alto riego y decidir en consecuencia  cual será la extensión más apropiada de la tiroidectomía4-5.  Aunque  continua produciéndose intenso  debate  respecto a cual debe ser la  extensión de la cirugía, en vista de que un gran número de pacientes de bajo riesgo han sido exitosamente tratados  con procedimientos  conservadores6-7.
La técnica para la realización de la tiroidectomía normalmente requiere  de una gran incisión cervical  anterior  en collar de aproximadamente 10 a 12 centímetros de extensión, con dos colgajos amplios que incluyen al músculo cutáneo y la apertura de la línea media  seguida de la sección transversal de los músculos pretiroideos para lograr la adecuada exposición de la glándula tiroides; de acuerdo a la extensión de la tiroidectomía planeada8. Este abordaje tradicional  utilizado por más de 100 años desde su descripción original, origina  una  amplia cicatriz en el cuello, y tiene el potencial  de  que tenga lugar una amplia  variedad de complicaciones  relacionadas con  el mayor trauma operatorio causado a los tejidos (división transversal del plano muscular pretiroideo)8-9
El propósito de este estudio  es analizar los resultados  obtenidos con la  tiroidectomía abierta mínima invasiva, compararlos con la tiroidectomía convencional, el medir trauma operatorio, evitar  la innecesaria  disección de los tejidos  logrando una adecuada exposición 10-13. 
PACIENTES Y MÉTODOS.
Entre el 15 octubre de 1984 y  julio de 1999,  un total de 451 pacientes con patología nodular lesiones benignas o maligna  localizada en la glándula tiroides fueron intervenidos quirúrgicamente  en el servicio de Cirugía General Número 1, Hospital Universitario Miguel Pérez Carreño.
 Criterios de inclusión: incremento de tamaño de la lesión, síntomas de compresión, o defectos cosméticos, dificultad en diferenciar  en diferenciar el tipo de lesión  tales como en el caso de los neoplasmas foliculares, o cuando  el paciente no respondió al tratamiento médico y el nódulo funciónate causaba tirotoxicosis
La tiroidectomía mínimamente invasiva  fue realizada  en 233 pacientes grupo A (51,66%) y la tiroidectomía convencional en 218 grupo B (48,34%). 
Para evaluar los méritos  de esta nueva técnica, los dos grupos de pacientes fueron prospectivamente  comparados,  utilizando como control los pacientes sometidos a cirugía convencional (grupo B).
 Para evitar los posibles sesgos en el estudio de los pacientes  con nódulos grandes (definidos  como aquellos > de  6 cms en los casos benignos,  y  >  de 5 en los malignos,  o bocios sumergidos. enfermedad de  Graves Bassedow, cáncer localmente avanzados, o adenopatías de los compartimientos laterales  los cuales requerían  disección  radical de cuello, fueron excluidos.
Todos los procedimientos fueron realizados por el personal de cirujanos de planta (Jefe servicio, adjuntos, especialistas) y residentes del postgrado de cirugía del tercer nivel bajo al dirección de uno de los cirujanos  del staff.
Las variables evaluadas fueron: edad, sexo, peso, altura, riesgo de acuerdo a la clasificación ASA, (Sociedad Americana de Anestesiología), longitud de la incisión de piel, tamaño del tumor, dificultades intra operatorias, sangramiento,  tiempo operatorio, utilización de drenaje o no, tipo de patología, intensidad del dolor medido de acuerdo a la escala visual analógica  0 -10 (0 ausencia de dolor, 10 máxima intensidad), requerimientos analgésicos, complicaciones quirúrgicas, resultados estéticos. El grado de satisfacción  con el procedimiento se midió a los treinta días,  utilizando el método desarrollado por Renkis Likert; consitió en un conjuntos de ítem presentados  en forma  de  afirmaciones o juicios, ante los cuales se pidió  la reacción de los pacientes. Es decir, se presenta  cada afirmación  y se pide al sujeto que externe su reacción eligiendo uno de los  cinco puntos de la escala: A cada punto  se le asignó  un valor numérico. Así ,  el paciente  obtiene una puntuación  respecto a  la afirmación  y al final su puntuación total, sumando las puntuaciones  obtenidas  en relación  con todas las afirmaciones (muy de acuerdo 5, de acuerdo 4, ni de acuerdo, ni en desacuerdo 3, en desacuerdo 2, muy en desacuerdo 1). La calidad de vida se  determino  aplicando en el pre y pos operatorio; el cuestionario SF-36.  el cual es una herramienta de medición validada internacionalmente y dividido en  8 sub. escalas  lineales con puntuaciones del 10 al 100 (estado de salud, actividades físicas, limitaciones, vitalidad, desempeño social, salud mental, dolor).
Análisis estadístico.
Los datos fueron recolectados prospectivamente por el autor (validez interna) y registrado  en un formulario diseñado especialmente para la investigación. Luego de su codificación fueron transferidos a una matriz de datos y analizados e interpretados utilizando el paquete estadístico SPSS versión 13 (SPSS Inc, Chicago III).
 Los resultados se expresan  en promedio más o menos desviación estándar. Los grupos fueron comparados  con la prueba  Chi- cuadrado, o Krushal-Wallis, la prueba "t" para la edad, la Mann - Whitney para el tiempo operatorio  y los resultados cosméticos (ambos con escalas numéricas y verbales). El análisis de varianza  para las repetidas mediciones de la intensidad del dolor (escala visual analógica) y la prueba de Fisher para  sexo, procedimiento quirúrgicos, diagnósticos preoperatorios y complicaciones Con un valor de p < de 0.05 fue considerado significativo.
Técnica Operatoria.
Todas las intervenciones se realizaron bajo anestesia general con intubación endotraqueal. Se coloca el paciente en la mesa operatoria en decúbito dorsal con los brazos  extendidos a lo largo del cuerpo, con  un soporte  transversal por debajo de los hombros y el cuello en posición neutra o hiperextensión (la hiperextensión no puede ser muy acentuada ya que aumenta la intensidad del dolor y el disconfort postoperatorio).
Después se realiza la preparación  de la piel con solución de betadine, y se procede a la colocación de la lencería estéril utilizando el arropado de cabeza y cuello de Martín. Se realiza la incisión  de 3.0 - 4.5 cms, simétrica  siguiendo las líneas de Lange; el nivel de la incisión es crucial para obtener buenos resultados cosméticos. 
Si la incisión es muy cefálica, resulta  muy aparente y no puede ser cubierta por la vestimenta; en cambio si se sitúa en sentido caudal  se incrementan las posibilidades que se produzcan keloides.  Su longitud para la TMI  depende del tamaño y localización del  tumor (unilateral o central). El tipo de incisión  se seleccionaba de acuerdo  al tipo  de tiroidectomía que se planeaba realizar; la incisión era unilateral para tiroidectomía de un solo lado, y central para tiroidectomías bilaterales y retracción  del plano muscular.  En la tiroidectomía convencional se utilizó  una incisión en collar con una longitud usual entre  los 6 y 12 cms de extensión con amplio desarrollo de los colgajos de piel y músculo cutáneo y sección transversal del plano muscular utilizando el electrocauterio monopolar (técnica de Kocher). Para exponer la superficie anterior de la glándula, si la exposición es aún inadecuada y se considera necesario, puede ser extendida. Luego, el istmo del tiroides es liberado completamente  de la traquea y dividido  en dirección hacia el lóbulo opuesto   (técnica de Sofferman) 9.
Disección del polo superior y el nervio laringeo superior 14.
La relación  entre el nervio y la arteria tiroidea superior a este nivel son extremadamente variables y seguimos para la disección la  clasificación propuesta por  Cernea y col. (1992, 1995)15-16, tratando las ramas de la arteria en forma individual y con  cuidado  de no lesionar las venas subcapsulares  para evitar  el sangramiento profuso en caso de ser laceradas17. 
El polo superior  es gradualmente separado  del plano muscular subyacente, y el espacio  entre la glándula tiroides  y el músculos cricotiroideo  es abierto (espacio cricotiroideo),  llenado  usualmente por tejido areolar  y cruzado por las ramas de la arteria tiroidea superior18. La identificación y disección de este espacio  es favorecida  grandemente  por la tracción en dirección  lateral e inferior  del tiroides y la contratracción  del músculo esternotiroideo hacia arriba y el dirección medial, en este momento resulta fácil la identificación  del nervio laringeo superior, una vez  que el borde medial y lateral del polo superior han  sido movilizados, el pedículo arterial  el ligado y dividido.
 La ligadura y división de los vasos se realiza  cerca de la cápsula  del tiroides para reducir la posibilidad de lesionar la rama externa del nervio laringeo superior la cual esta adherente  o pasando entre las divisiones de la arteria19. 
Las paratiroides superiores  son  identificada en alrededor del 2% de los casos en esta área20.
Disección del borde lateral de los lóbulos. El nervio recurrente (NLR) y las paratiroides inferiores.
El NLR puede estar localizado anterior o lateral al surco traqueoesofágico  y corre el riego de ser lesionado cuando se realiza la ligadura  de las venas tiroideas inferiores. La situación más común  del nervio en relación con la arteria  es profunda, esto es más frecuente en el lado izquierdo, ya que en el lado derecho el nervio corre anterior a la arteria  o entre sus ramas. El sitio  más usual donde puede ser lesionado es en la proximidad  de la arteria tiroidea inferior y el ligamento de Berry y en el polo inferior de la glándula21. 
La preservación  del riego sanguíneo de las paratiroides y la protección del nervio recurrente  lo logramos mejor  realizando la disección capsular. El lóbulo tiroideo es retraído medialmente  y elevado. Las ramas terminales  de los vasos yacen pegados a la cápsula y son  ligados individualmente; conservando la irrigación de las glándulas  paratiroides inferiores y evitando la lesión del recurrente (técnica  capsular)22
Luego de la revisión de la hemostasia, la herida es suturada, el drenaje  no lo colocamos ya que este no sustituye una hemostasia adecuada, y en numerosos estudios se ha demostrado que no existe ninguna ventaja en su utilización23-24
Si el espécimen  resulta ser maligno  al corte por congelación, la disección del compartimiento central  es realizada a continuación. En casos de enfermedad bilateral la tiroidectomía bilateral puede ser realizada  de idéntica manera, pero cada lóbulo  lo removemos separadamente a través de la incisión central24.
Antes  del cierre del plano muscular si ha sido seccionado (técnica de Sofferman), la herida es copiosamente irrigada  con solución salina tibia  para tratar de remover todos  los coágulos de sangre  y comprobar que no se ha ocasionado ninguna perforación traqueal. Si el plano muscular a hizo seccionado (técnica convencional) lo reaproximamos con suturas absorbibles Vicryl 4-0, la piel es suturada con la técnica subcuticular. No nos parece necesaria  reaproximar el plastima pero si esto se hace  se obtienen mejores resultados cosméticos.
RESULTADOS.
Los datos demográficos de los pacientes sometidos a tiroidectomía abierta mínimamente invasiva  comparados con la tiroidectomías convencional, en este estudio observacional descriptivo, comparativo, no aleatorizado (imposible  de evitar el sesgo de evaluación), por no tratarse  de un estudio doble ciego, ni a simple ciego),  se presentan en la tabla 1. Los dos grupos fueron homogéneos en relación  con la edad, sexo tamaño del tumor. No hubo necesidad de convertir la tiroidectomía abierta mínimamente invasiva a cirugía convencional.
  Los hallazgos histológicos  se muestran en la tabla 2. La linfadenectomía del compartimiento central  fue realizada simultáneamente  en muchos pacientes donde se diagnosticó carcinoma 83,9%  en los que se realizó la tiroidectomía mínimamente invasiva y 86,9% en el grupo sometido a cirugía convencional. 
En relación con la  extensión de la resección (tiroidectomía);  el 54,5% en el grupo "A" fueron lobectomías (P > 0.05 vs  grupo "B"  Chi-Cuadrado); el 32.6% en este grupo  se realizo la tiroidectomía subtotal; y en el 13.9% la T Total. 
En el grupo "B" (Cirugía Convencional) en el 51.5% de los pacientes se realizó lobectomía, en el 30.7% tiroidectomía subtotal, y en el 17.8% la tiroidectomía total
En cuanto a las adenomegalias,  no se encontró diferencias significativas  en el número de ganglios positivos  por pacientes, 3.1   ± 1.0 versus 3.3 ± 1.6, respectivamente y en el número de  ganglios en los compartimientos centrales  por pacientes, 9,6 ± 3.2 vs 10.9 ± 5.1 respectivamente  entre ambos grupos. (P > 0.05). 
 La tabla tres presenta  la comparación  entre los resultados   peri operatorios entre los pacientes sometidos a tiroidectomía abierta mínimamente invasiva  y convencional. 
Los resultados cosméticos medidos a los tres meses de la cirugía  mostraron diferencias significativas  entre ambos grupos.
 En el "A"  el  95,28% (222 / 233) de los pacientes  expresaron encontrase  extremadamente satisfecho con el procedimiento realizado  y por mejoría notable en la calidad de vida, con puntuaciones preoperatorios promedio de 95 se elevaron a 150,5 en el período post operatorio. El 4,72%  expresaron sentirse satisfechos, no satisfecho  o extremadamente insatisfecho  (p < 0.01: Kruskal Wallis). Algunos pacientes del grupo "B"  se quejaron de hypoestesias o parestesias en el cuello, disconfort  y edema.
 El análisis de múltiple regresión  revelo:  que el volumen  del tiroides (P<0.001) y  el índice de masa corporal  (P = 0.02) permanecen siendo factores  predictores independientes  de la longitud de la incisión  en la cirugía tiroidea. 
DISCUSIÓN:
La primera descripción de la técnica capsular  fue realizada por W Halsted quien reconoce la importancia  de la arteria tiroidea inferior  como principal fuente de riego sanguíneo  a las glándulas paratiroides, utiliza para esto la ultradisección, evitando el daño a las arterias que irrigan las paratiroides, ligando los vasos  próximos a la cápsula del tiroides25. Para evitar la lesión de los nervios recurrentes existen técnicas especificas muy variables; muchos cirujanos incluyendo a T. Kocher, Billroth y Joll17 tratan de evitar el nervio disecando lejos de el. Otros entre ellos Bier prefieren exponerlo deliberadamente18. Sim embargo, la importancia de la rama externa del nervio laringeo superior  no fue apreciada sino hasta que se publicaron los trabajos de Coller y Boyden  en 1937, quienes  modifican el abordaje  del polo superior, señalando la importancia de realizar la ligadura de las ramas de la arteria tiroidea superior individualmente  después de penetrar  en el espacio avascular  entre el polo superior y el músculo cricotiroideo. En 1973,  Thompson y col.  delinearon la técnica de la disección subcapsular, describiendo el desarrollo  de un plano entra la cápsula del tiroides  y la arteria tiroidea inferior7.
La tiroidectomía abierta mínima invasiva  realizada es muy similar  en la técnica  a la tiroidectomía convencional y cada paso de la técnica  puede ser realizado  bajo la forma tradicional  con la cual la mayoría de los cirujanos están familiarizados12-14. El procedimiento difiere de la cirugía tradicional  solamente en que se requiere  de una incisión de piel mucho más corta (3 - 4.5 cms), y no se realiza la transección de los músculos pretiroideos, solo en los casos de ser necesario. Esta técnica  puede obviar  el daño a los tejidos  y el trauma quirúrgico a la linea media  minimiza  el potencial de riesgo  de complicaciones. Aún cuando la incisión quirúrgica es pequeña, se logra suficiente exposición  para la disección  de los espacios pre y para traqueal, con retracción lateral  de la herida y retracción latero medial  del espécimen. Esto permite acceder  por completo al nervio recurrente en toda su longitud, identificar a las paratiroides  y los ganglios linfáticos  a lo largo del  surco traqueo esofágico. 
En nuestro servicio  la tiroidectomía abierta mínima  fue posible de ser realizada en el 85,3% de los pacientes: no obstante, a  pesar de que este  abordaje es mínimamente invasivos no fue necesario colocar drenaje en ninguno de los pacientes. Sin embargo, esta técnica estuvo asociada  a un tiempo operatorio corto, menor perdida de sangre, reducido dolor postoperatorio, y corta estancia hospitalaria, sin llegar a comprometerse la extensión de la cirugía26. Adicionalmente,  los resultados cosméticos,  la satisfacción y calidad de vida resultaron superiores  a los que se observaron en la cirugía tradicional27.
Una de las desventajas de estas técnicas mini invasivas,  es la posibilidad de que pasen desapercibidos  nódulos positivos en el lado contrario en algunos pacientes a causa de la disminución de la visibilidad, pero esta  limitación puede solventarse  extendiendo la incisión inicial  al sitio contralateral si resulta necesario28. Así mismo, esta técnica  no siempre permite la fácil remoción  de todos los nódulos tiroideos. Así que,  en pacientes con  grandes bocios retroesternales, adenomegalias en los compartimientos laterales, los cuales requieren  disección cervical radical, o enfermedad localmente avanzada, la tiroidectomía convencional es nuestra primera elección29-30.
CONCLUSIONES:
La tiroidectomía abierta mínimamente invasiva proporciona un  adecuado campo operatorio, y ha demostrado ser simple, segura, rápida, con menor tiempo operatorio, porcentaje de complicaciones, mejor satisfacción y calidad de vida;  excelentes resultados cosméticos, asociados a un menor consumo de analgésico y estancia hospitalaria más corta; con un pronto  retorno de los pacientes a sus actividades diarias.
 
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AGRADECIMIENTOS: Trabajo financiado por el Consejo Desarrollo Científico y Humanístico Universidad Central de Venezuela Proyecto No 09-00-5574-2004.
 Comentario del revisor Ramón Díaz Alersi.
Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Universitario Puerto Real. Cádiz. España
En un mundo en el que se reconoce cada vez más la salud como un derecho fundamental, la escasez de recursos hace necesario revisar tratamientos y técnicas bien establecidos en la práctica clínica y escasamente revisados con posterioridad. En este caso se trata de la tiroidectomía, una técnica quirúrgica que con algunas variantes menores, tiene más de 100 años de antigüedad. Mientras en unas regiones mundiales se intentan reducir las estancias hospitalarias mediante la racionalización de los recursos y la protocolización sistemática, en otros han de basarse en otras medidas menos costosas pero que ofrezcan resultados de calidad.
 
En este ensayo clínico, se comparan dos técnicas de tiroidectomía en 451 pacientes, una mínimamente invasiva con la técnica tradicional. El desenlace final principal estudiado fue la estancia hospitalaria que resultó estadísticamente más corta en el grupo experimental. Aunque el estudio está bien diseñado, su validez se ve afectada por la inexistencia de cegamiento de ningún tipo y por la elección de variables
cuya medida ha de hacerse forzosamente de forma subjetiva.
 Comentario del revisor Dr. Roberto Cuan Ravinal Departamento de Patologia. Faculdade de Medicina de Ribeirão Preto. USP-Ribeirão Preto. Brazil
 La cirugía de mínimo acceso es una de esas transformaciones que
constituyen una verdadera revolución en el campo de las ciencias médicas.
Las ventajas de la cirugía de mínimo acceso son múltiples, ya que con
pequeñas incisiones se pueden corregir problemas que antes requerían de
cirugías complejas, heridas muy grandes, hospitalización y recuperación
prolongada. Con la cirugía de mínimo acceso, los pacientes se reintegran a la vida útil en un tiempo reducido. Aportando grandes beneficios a los
pacientes e instituciones hospitalarias, como la reducción de las estancias hospitalarias y el aumento de la disponibilidad de camas para que se pueda operar mayor número de pacientes. Actualmente los procederes endoscópicos ya son aplicados en el tratamiento de diferentes  enfermedades: reflujo gastroesofágico, acalasia esofágica, úlcera péptica, litiasis biliar, cáncer de páncreas, enfermedades de colon y abdomen agudo.
Este artículo es muy interesante, com un importante número de casos y
excelentes resultados, similares a los citados en las referencias
bibliográficas y en la literatura internacional, confirma una vez más, la importancia, la eficacia y la seguridad de la cirugía mínimamente invasiva.
Correspondencia: Jorge Ramón Lucena Olavarrieta. 
Profesor Titular de Cirugía. Cátedra de Técnica. 
Primer piso del Instituto Anatómico José Izquierdo. Oficina 213.  Ciudad Universitaria Caracas. Venezuela
Telefax: 58-0212-9863458. 
Correo Electrónico: Jorge_lucena@Yahoo.com 
Recibido,  10 de Junio de 2006. 
Publicado, 26 de Julio de 2006.