La Revista Electrónica de Biomedicina, nacida hacia 2003 de la mano de la Asociación Red UniNet (Burgos, España) y el respaldo de dos comités internacionales: el editorial y el científico, celebra diez años de vida activa y fructífera en ese campo de la salud.
La perdurabilidad de esta empresa cuatrimestral y bilingüe ha residido, primordialmente y entre otros, en:
- su sustentabilidad en contextos de bienestar y de adversidad
- la variedad, relevancia, interés y rigor científico de las aportaciones biológicas y educacionales socializadas
- la labor organizada, perseverante y responsable de sus miembros participantes
- su valor para la docencia, la investigación y la asistencia biomédicas, tres aspectos concurrentes del acto médico, en la hoy llamada sociedad del conocimiento
Poniendo el acento en el último motivo, pero no por ello el menos importante, resulta posible, mediante su consideración ampliada, vislumbrar cómo esta publicación refuerza directa y/o indirectamente diversas facetas docentes, investigativas y asistenciales.
Sin ignorar que todas ellas, de acuerdo con Florencio Escardó1, deben edificarse sobre una persona de bien, su correcto e idóneo ejercicio se asienta en competencias ligadas al saber (conocimientos), al saber ser (actitudes, hábitos y valores) y al saber hacer (habilidades cognoscitivas, motrices y comunicacionales)2. Algunas de las mismas son propias de cada uno de tales quehaceres mientras otras se solapan e interaccionan, lo que evita percibirlas como compartimientos estancos.
Todas, sin excepción, se enmarcan en un proceder ético, un sapiente desenvolvimiento individual y grupal, la necesidad de permanente actualización y perfeccionamiento así como de entrenamiento formativo de alumnos y/o graduados.
Desde una mirada más particular, existe en la Docencia una diferencia clave entre docentes profesionales y profesionales actuando como docentes. Los primeros, docentes formados como tales, requieren un sustentador cultivo de la Filosofía, la Psicología, la Pedagogía (que incluye las teorías del aprendizaje), la Didáctica y las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). La docencia (del latín docere: enseñar) precisa, sólido saber, actitudes y valores modélicos y ejemplares para el alumnado y habilidades de tal cariz que promuevan activamente en éste procesos creativos, resolutivos y decisorios de significación. En similar sentido, predicar con el ejemplo deviene mandato esencial al igual que el cumplimiento responsable con las cargas del cargo y servirlo y honrarlo sin servirse de él ni honrarse con el mismo, por utópico que ello luzca en tiempos posmodernos. Además, habida cuenta de que las ya mencionadas teorías del aprendizaje, condicionantes del proceso de enseñanza, resultan pasibles de falsación popperiana, tórnase inconducente la focalización en exclusividad en una de ellas pues este comportamiento antepone lo estático y definitivo (dogmatismo) a lo dinámico y provisorio (científico)3.
En lo atinente a la Investigación (del latín investigare: seguir la pista de algo), una distinción previa a establecer es entre investigadores y experimentadores, puesto que, por brillantes que sean éstos, circunscriben su aptitud a diseños acertados aunque descontextualizados. En cambio, aquéllos exigen formación sistemática, integral, progresiva, con evaluaciones y ajustes constantes que los habiliten para la confección adecuada de su currículo vital (deficiencia frecuente por obvia que luzca), el dominio del conocimiento pre-existente sobre el tema a indagar, la adecuada selección de métodos, el actualizado y apropiado cotejo de sus resultados con los ya existentes así como la forzosa coherencia entre los distintas secciones de su trabajo. A este respecto, otra competencia imprescindible se relaciona con lo comunicacional; a saber: redacción de programas y proyectos, de informes periódicos y finales, de trabajos para publicar, de tesis de maestrías y doctorales, de resúmenes, pósteres y ponencias para reuniones científicas así como aptitud docente para las comunicaciones libres. Si, además, se incursiona en investigación educacional habrá que agregar, entre otros, la relevancia de los marcos teóricos así como las variedades de la investigación cualitativa y su triangulación con las de índole cuantitativa. Por su parte, la formación integral, previamente aludida, reside en proveer a la metodología investigativa (que incluye la estadística) un marco filosófico, epistemológico e histórico de la ciencia ya que, citando a Mario Bunge, corresponde filosofar científicamente y hacer ciencia filosóficamente4. Por último, ciencia, paciencia, conciencia, accionar flexible, honestidad intelectual y docencia interactúan en el investigador científico en favor de la consecución de sus metas y de la socialización de sus hallazgos.
Finalmente, la Asistencia (del latín assistere: estar junto a) conlleva la aplicación de los conocimientos científico-tecnológicos generados los investigadores y demanda habilidad diagnóstica bajo cierto grado de incertidumbre complementada por la adopción sensata, no exenta de componentes artísticos, de una fundamentada terapéutica así como actitudes y valores centrados en las relaciones interpersonales (al igual que ocurre en la Docencia) y paciencia, flexibilidad procedimental, conciencia y honestidad intelectual (como acaece en Docencia e Investigación). Este conjunto de servicios excede hoy a la mera curación, como era concebida y suele aún serlo por el imaginario colectivo, para incursionar, también, en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la rehabilitación del paciente. Asimismo, el enfoque exclusivamente biológico de la salud individual y colectiva ha sido enriquecido con miradas complementarias de raigambre psicológica, sociológica y antropológica. De cualquier modo, esto constituye lo deseable en bien de la reversión de la des-humanización médica, de la tecno-medicina impersonal y de la atención burocrática de los pacientes3.
Todo lo antedicho obliga a contar con herramientas favorecedoras. La Revista Electrónica de Biomedicina es, a la luz de lo antedicho, una de ellas por lo que dable es pronosticar para esta iniciativa decenal un porvenir promisorio, sustentado en un pasado consistente y en un presente que, aunque contextualmente proceloso, se revele capaz de transformar eventuales debilidades en persistentes fortalezas y potenciales amenazas en fructuosas oportunidades.-
REFERENCIAS
1. Escardó F. El alma del médico. Buenos Aires (Argentina) Assandri Ediciones, 1954
2. Gayol MC, Montenegro SM, Tarrés MC, D'Ottavio AE (2008). Competencias investigativas. Su desarrollo en carreras del Área de la Salud. Revista Unipluriversidad; 2008, 8 (2) :1-8
3. D'Ottavio AE. Ser Médico. Reflexiones sobre la formación y la práctica médicas. Rosario (Argentina). Editorial Homo Sapiens, 2001
4. Bunge M. La ciencia: su método y su filosofía. Buenos Aires (Argentina) Ediciones Siglo XX, 1970
CORRESPONDENCIA:
Alberto Enrique D'Ottavio
Matheu 371
2000 Rosario (Santa Fe)
Argentina
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