ISSN: 1697-090X

Inicio Home

Indice del volumen Volume index

Comité Editorial Editorial Board

Comité Científico Scientific Committee

Normas para los autores Instruction to Authors


Derechos de autor Copyright

Contacto/Contact:

    Letters to the Editor / Cartas al Editor


    COVAX: EQUIDAD ENTRE NACIONES

    Isabel Martínez-Cuevas

    Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Universidad de Deusto, Bilbao. España

    Email: isabel.marcue @ opendeusto.es

    Rev Electron Biomed / Electron J Biomed 2022;2:43-45.



    Estimado editor,


    En la primavera de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con sus asociados, pusieron en marcha el Acelerador de acceso a Herramientas COVID-19 (ACT)1, como marco de colaboración mundial durante el periodo de pandemia2 cuyo objetivo era acelerar el desarrollo, la producción, la distribución y el acceso equitativos de forma global a herramientas fundamentales para la respuesta ante la COVID-193. El ACT se sustentaba desde su origen en cuatro pilares: el pilar vacunas, también conocido como COVAX, el pilar de medios de diagnóstico, el pilar de tratamientos y el conector de sistemas de salud (CSS)2.

    La motivación detrás de esta movilización sin precedentes se basó en la idea de que mientras un país estuviese afectado por la COVID-19, el mundo entero estaría en riesgo. Asimismo, el esfuerzo debería hacerse para asegurar que la protección se extendiese a todos los habitantes del planeta, y no solo a aquellos con los medios para permitírselo4.

    Bajo el mantra "nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo"5, el mecanismo COVAX (Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas COVID-19) se convirtió en una red de movilización6 codirigida por la Alianza mundial para Vacunas e Inmunización (Gavi), la Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)7. El COVAX se diseñó para poner en común fondos y vacunas que permitieran garantizar una distribución equitativa entre todos los países participantes, independientemente de su renta, hasta alcanzar un umbral del 20% de población vacunada8. Así, la prioridad en la vacunación estaba supeditada a los grupos de riesgo, buscando una verdadera equidad en la distribución de las vacunas.

    A fecha de 24 de febrero de 2021 llegaron a Ghana las primeras 600.000 vacunas contra la COVID-19 del mecanismo COVAX9. Después de más de tres años desde la puesta en marcha de esta iniciativa, cabe preguntarse por su efectividad y eficiencia, así como por el impacto real generado en un mundo globalizado.

    En un principio se preveía que para finales del año 2021 el 30% de la población de todos los países estuviese vacunada8 mediante el mecanismo COVAX como mínimo. En el mecanismo COVAX se englobaron 78 economías de renta alta y 92 economías de renta media y baja8. Resultaba clara la inequidad de la que se partía, teniendo en cuenta que a fecha de mayo de 2021 los países de renta baja "habían recibido menos del 1% de las vacunas administradas hasta el momento"10. Además, la iniciativa se veía limitada por la incapacidad del COVAX para evitar que las economías de altos ingresos llegasen a acuerdos bilaterales con los fabricantes o estableciesen acuerdos políticos con determinados países8. Por ende, era clara la existencia de una brecha en la distribución de vacunas que, siendo injusta y éticamente reprochable, impedía alcanzar la respuesta inmune ante las diferentes variantes en todos los lugares del mundo10.

    Desde febrero del año 2021, el COVAX consiguió entregar 1.200 millones de vacunas a 144 países, el 85% de las cuales se destinó a países de rentas bajas11. El retraso en la entrega de vacunas se debió a diferentes dificultades, entre ellas la brutal epidemia en India que forzó la paralización de envíos de AstraZeneca que producía el Instituto Serum para COVAX12 hasta el denominado vaccine nationalism (nacionalismo de las vacunas), término que designa el modus operandi de los países con más altos ingresos a comprar y almacenar más vacunas de las necesarias13.

    Tedros Adhanom Ghebreyesus afirmó ese mismo año que fueron cuatro los factores que debilitaron el COVAX y la vacunación eficaz a nivel global: el mencionado nacionalismo de las vacunas, la diplomacia de las vacunas (donaciones más relacionadas con objetivos geopolíticos que con objetivos de salud pública), el rechazo hacia la vacunación y la euforia desmedida que llevó a algunos países con una tasa alta de vacunación a relajar prematuramente otras medidas de protección14.

    Posteriormente, el objetivo se trasladó a tratar de inmunizar al 70% de la población para mediados de 20228. Sin embargo, en mayo de 2022 la batalla por la equidad global continuaba, pues mientras sólo el 16% de la población de países de renta baja habían recibido la primera dosis de la vacuna, en los países de renta alta este porcentaje alcanzaba el 80%15.

    A fecha de abril de 2023, el 69,9% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19, en el caso de los países de renta baja, el porcentaje desciende al 29,9%16. La labor del COVAX continúa, trabajando en una cadena de suministro adaptada a la trayectoria actual de la pandemia y centrándose en alcanzar una protección óptima en los grupos de riesgo17. Hasta ahora el mecanismo COVAX ha conseguido un total de 2.620 millones de dosis de vacunas18.

    COVAX es ejemplo de que la cooperación internacional y la solidaridad entre países hace posible un acceso equitativo a recursos limitados. Hay que destacar del mecanismo COVAX la capacidad de cooperación y gobernanza demostrada, así como el trabajo incansable en el suministro de vacunas contra la COVID-19 a todos los rincones del mundo. Resulta evidente que se ha realizado una gran labor solidaria enfocada en paliar la brecha entre países, labor que hoy en día continúa en marcha para alcanzar los objetivos fijados por el mecanismo. Parafraseando a León Tolstói, debemos comprender que nuestro bienestar sólo es posible cuando reconocemos nuestra unidad con todas las personas del mundo, sin excepción.


    REFERENCIAS



    CORRESPONDENCIA:
    Isabel Martínez-Cuevas
    Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
    Universidad de Deusto,
    Bilbao. España
    Email: isabel.marcue @ opendeusto.es


    Recibido: 05/05/2023
    Publicado: 09/05/2023